Si de algo ha tirado este Laboral Kutxa Baskonia durante el curso ha sido de épica para alcanzar metas que, a ojos de muchos, parecían imposibles
Ocho años después, el conjunto azulgrana volvió a meterse entre los cuatro mejores equipos del continente tras superar una Euroleague llena de obstáculos. Para ello, los de Velimir Perasovic han sabido jugar bien su principal carta, el Buesa Arena. Aquí, en Vitoria, la escuadra baskonista tan sólo ha caído en una ocasión, ante Olympiacos. El resto de rivales, las grandes potencias del baloncesto europeo, han sucumbido ante el respetable del pabellón de Zurbano. En la primera fase de esta edición de la Euroleague, Baskonia se vio encuadrado en el grupo con equipos como el propio coloso griego, Emporio Armani Milán o Anadolu Efes. Un pleno de triunfos en casa, con gestas como las victorias en la prórroga ante los de El Pireo y los turcos, y un único triunfo a domicilio, ante Limoges, permitieron a los gasteiztarras pasar al Top16 como terceros de grupos.
Una segunda fase en la que vivimos momentos históricos como las victorias ante las dos grandes potencias rusas, CSKA y Khimki, y el pleno de triunfos ante rivales muy conocidos para la escuadra azulgrana, como FC Barcelona Lassa y Real Madrid. Ante este último se selló la clasificación para el Playoff de la Euroleague con un triple de Bertans sobre la bocina que quedará en la retina de todos los aficionados. Unos cuartos de final en los que Baskonia barrió, literalmente, a su oponente, el gran Panathinaikos de Diamantidis y Raduljica. El Buesa Arena fue testigo de los últimos bailes en activo del base griego y de la espectacular defensa que realizó Darko Planinic sobre el pívot serbio. Además, diez años después, Perasovic lo volvió hacer. Volvió a conquistar Atenas en una nueva versión del ‘OAKAzo’, como ya lo logró en la misma situación, con todo en contra, para certificar el pase a la Final Four. Allí, a base de garra, carácter y un juego sobresaliente, con jugadas antológicas como los triples de Bourousis y acciones defensivas espectaculares como los tapones del propio griego y de James sobre Calathes. En Berlín, los de Perasovic supieron hacer frente en la semifinal a un gran Fenerbahce contra el que forzó la prórroga después de remontar un parcial inicial en contra.
En la competición doméstica, Laboral Kutxa Baskonia regresó a una Copa del Rey, tras la ausencia en la edición anterior, y lo hizo a un enorme nivel. En cuartos de final, los de Vitoria quedaron encuadrados con el equipo anfitrión. Un Obradoiro que, alentado por su afición se hizo fuerte y puso las cosas más que difíciles a los de Perasovic. Pero, un Hanga superlativo, anotando 6 triples de siete intentos, y un espectacular trabajo colectivo darían el pase a los baskonistas. En la semifinak, una final adelantada, esperaba el vigente campeón, el Real Madrid. Una eliminatoria de ida y vuelta, con ataques constantes por parte de ambos equipos que sólo decidió el acierto final de Llull dejando sin opciones al título a Baskonia. Una campaña en la que, además, se ha celebrado el 20 aniversario de la conquista de la Recopa de Europa con los míticos Marcelo Nicola o Ramón Rivas en la pista del Buesa Arena y que se cerró con un recital ante Dominion Bilbao Basket. Un coliseo azulgrana que albergó el partido de baloncesto con más aforo en la historia de la Liga Endesa. 15.544 personas vieron el choque ante el Real Madrid. Además, Valencia Basket, único equipo invicto esta temporada, cayó derrotado por primera vez en el coliseo azulgrana. Pero, si una imagen ha quedado para el recuerdo, ha sido la antológica canasta sobre la bocina que anotó Ioannis Bourousis para forzar la prórroga en el tercer partido de la serie tras un gran pase de Hanga desde su casa.