El fisioterapeuta baskonista, David Urbano, se incorpora al trabajo de pretemporada tras proclamarse campeón de Europa con la selección española y sumar una nueva medalla a su brillante palmarés.
El último Eurobasket ha traído para Vitoria una medalla de oro colgada al cuello del fisioterapeuta de Laboral Kutxa, David Urbano. Este granadino de 40 años afronta su cuarta temporada en el cuerpo técnico azulgrana, cuidando a todos los jugadores que pasan por sus manos y aportando sus conocimientos al trabajo de prevención. Desde el verano de 2011 además es un fijo en las convocatorias del combinado nacional. Urbano acumula un brillante palmarés con dos oros en campeonatos de Europa, además de un bronce, y una medalla de plata en unos Juegos Olímpicos.
Muchas felicidades. ¿Cómo sabe ese nuevo oro?
Muy bien. Después del campeonato, que son siempre duros y de mucha exigencia, llegar a conseguir la medalla de oro y el pase a las olimpiadas te deja un gran sabor.
¿Cuál ha podido ser la clave para ese éxito?
Creo que ha habido un muy buen grupo, que se ha estado muy mentalizado y que se ha trabajado muy serio y muy bien. Además, sin presión porque no íbamos como favoritos y eso ha hecho que vayamos creciendo poco a poco en el campeonato. En ningún caso le hemos perdido la cara a ningún partido, hemos competido y hemos ido mejorando en cada partido como grupo. Es cierto que hay cabezas visibles como Pau o como auténticos líderes del grupo como Felipe, con mucha experiencia, o jugadores con calidad como Chacho o Rudy, a los que se les ha sumado las nuevas incorporaciones que han estado a un nivel altísimo como Pau Ribas, o Fernando que ha ayudado también cuando ha tenido que ayudar y al final se han sumado todos para conseguirlo.
De las cuatro medallas, ¿cuál es la que más ilusión te ha hecho?
Personalmente fue la plata en las Olimpiadas (Londres 2012). Es cierto que nada más llegar consigo un oro en Lituania, que me pilla por sorpresa y no lo saboreo tanto, pero tener una plata en unas Olimpiadas es lo máximo para alguien que se dedica al mundo del deporte.
Segundo oro en un Europeo, además de un bronce y una medalla de plata en unos Juegos Olímpicos. Casi nada…
Dicho así impone. Es verdad que me puedo considerar un afortunado porque he tenido el privilegio de estar con un grupo muy bueno, plagado de éxitos y yo he podido disfrutar de ello.
Son los jugadores los que meten las canastas pero esto es un éxito de todos, cuerpo técnico incluido.
El gran mérito lo tienen los jugadores pero nosotros intentamos aportar lo máximo desde nuestras parcelas. Desde intentar velar por su estado físico e intentar que estén en las mejores condiciones o escucharlos, aconsejarles, o intentar aportar todo lo que puedas.
En tus manos, los mejores jugadores de España. ¿Se siente presión?
Podrías pensar que hay presión pero en el momento te limitas a hacer lo que sabes hacer que es tu trabajo. Ofreces lo mismo que ofreces en el día a día de tu club o en tu trabajo. Al final lo que haces es ofrecer las herramientas y conocimientos y no lo tomas como presión. Me lo tomo con responsabilidad porque cuando tomas una decisión no es para tí sino para todos los aficionados que están detrás del equipo nacional.
Vuelves a casa. ¿Te ha cuidado bien a los chicos Asier Ugarte?
Aquí el equipo humano que hay es muy bueno y siento que no se me ha echado mucho en falta –sonríe-.
¿Qué funciones tienes un fisioterapeuta deportivo de un equipo profesional?
Lo importante en este mundo es anticiparte a la lesión. Hay que intentar ver los puntos débiles que tiene el deportista y trabajar para fortalecerlos y de esa forma que esté al máximo nivel y compitiendo. Lo más acertado o inteligente en nuestra faceta es siempre hacer prevención. Es cierto que no puedes anticiparte a todas las lesiones porque son fortuitas y no puedes incidir pero si en los puntos débiles que sabes que con el tiempo te pueden fallar.
¿Y qué nos cuentas de esa parte de confidente o de psicólogo?
En ningún caso ocupo ese lugar de alguien especialista pero es cierto que ellos te preguntan y te escuchan. Muchas veces solo quieren desahogarse. Desde un tema personal o familiar que no comparten con un compañero y que prefieren tratarlo contigo. Al final se trata de escucharles no de solucionarlo.