Invitado especial en el primer capítulo del podcast de Baskonia. El capitán Tadas Sedekerskis abre su corazón para compartir los momentos más significativos de su trayectoria personal y profesional. Desde sus sueños de infancia hasta las dificultades que lo moldearon como jugador, Tadas relata un viaje lleno de pasión, trabajo duro y resiliencia.
“Cuando era pequeño siempre le decía a mi madre que quería ser capitán de un barco”, confesó Tadas entre risas. Aunque su ciudad natal, Nida, está rodeada de mar y de barcos, el baloncesto no tardó en convertirse en su verdadero destino. Con unos padres fanáticos del basket y el inigualable ambiente lituano, no había dudas: “Ser lituano y no querer jugar a basket es un poco raro”.
Durante sus primeros años en Baskonia, Tadas destacó el impacto que tuvo el entrenador Iñaki Iriarte en su desarrollo: “Aunque al principio le tenía miedo porque era muy exigente, teníamos química desde el principio y eso me ayudó muchísimo”. Esos años iniciales en Vitoria dejaron huella: “Mis primeros tres años en Vitoria fueron increíbles”.
La relación con Dusko Ivanovic fue otro de los puntos clave en la carrera de Tadas. Gracias a su esfuerzo y dedicación, logró ganarse la confianza del entrenador: “Con disciplina y esas ganas que tenía yo a cada entrenamiento, él poco a poco empezó a ver cosas en mí”. Este esfuerzo dio frutos, y llegó un momento en la temporada en el que se convirtió en un pilar importante del equipo.
Tadas no eludió los momentos difíciles, como las críticas o las lesiones que enfrentó en el pasado. “Escuchar en la calle o leer comentarios diciendo que ya no vales o que eres un fracaso es duro, especialmente siendo joven”. Sin embargo, utilizó esos momentos como motivación para seguir adelante. Ahora, mirando atrás, comparte un consejo para su yo del pasado: “Le diría al Tadas del pasado que todo no va a ser de color rosa. Los momentos buenos hay que disfrutarlos, pero también hay que saber sufrir los malos”.