El ex azulgrana fue uno de los protagonistas de la última victoria baskonista en Moscú.
La eliminatoria de Play Off de la Euroleague que arranca este martes con el duelo que enfrentará a CSKA y Baskonia se prevé emocionante. Los ocho mejores equipos de Europa pelearán por un puesto en la Final Four de Estambul.
Baskonia es uno de esos aspirantes y deberá eliminar al poderoso gigante ruso para hacerse con un billete para la sexta Final Four de su historia. Para ello deberá al menos ganar un partido en la cancha del CSKA de Moscú, algo nada sencillo. Los precedentes no sonríen a la escuadra baskonista que ha caído en sus últimas diez visitas a la pista moscovita. La escuadra que dirige Ituoudis es por lo tanto la gran favorita pero… torres más altas han caído.
El 6 de mayo de 2005, el por aquel entonces TAU Cerámica, se plantaba en la primera Final Four de su historia. La Final del CSKA, un CSKA que solo había perdido un partido en toda la temporada, un CSKA que jugaba por el título al calor de su público, un CSKA que cayó rendido al carácter Baskonia. “Fue tremendo, no me lo creía”, rememora Sergi Vidal, uno de los jugadores protagonistas de aquella mágica noche en Moscú. “Jugaban en su casa pero nosotros no teníamos miedo y no había nada que perder. Fuimos convencidos de que podíamos ganar y lo hicimos con carácter y garra”, recuerda el que fuera capitán baskonista.
Baskonia llega a este Play Off en una situación similar, enfrentándose a un CSKA que es favorito y que es dueño del factor cancha. “Es la situación perfecta para dar la sorpresa”, asegura Vidal, quien considera “fundamental” el primer partido “para meterle presión” a un CSKA diseñado para ganar la Euroleague y que deberá eliminar para ello a un Baskonia “que ha demostrado que es capaz de ganar a cualquiera”.