La escuadra azulgrana quedaría eliminada en semifinales por un CSKA que a la postre sería campeón
Cuarta Final Four consecutiva para TAU Cerámica Baskonia que llegaba a Madrid cargado de ilusión y con ganas de, una vez por todas, conseguir el título continental. Un billete que esa temporada los de Neven Spahija habían conseguido sufriendo más de lo deseado. Sobre todo en una primera fase en la que, a pesar de la clasificación, no fueron tan contundentes como en los años anteriores, ya que consiguieron nueve victorias de los catorce partidos disputados. Los azulgranas recuperarían las sensaciones en el Top 16 donde se mostraron intratables y tan sólo cedieron en el último encuentro de la segunda fase ante Fenerbahce, actual rival de estas semifinales en Berlín. Con el factor cancha asegurado, Baskonia debía de vencer los dos partidos que tenía en el Buesa Arena para meterse de nuevo en la fase final de la Euroleague. Y así fue. Tras ganar el primer partido en Vitoria ante Partizan Igokea, los gasteiztarras cayeron en Pionir en el segundo llevando la serie al tercer y definitivo encuentro donde, haciendo valer ese factor cancha, los de Spahija se colaban de nuevo entre los cuatro mejores de Europa.
En semifinales esperaba, otra vez, CSKA. Una eliminatoria que reeditaría la de Moscú 2005 en la que TAU fue capaz de dar un golpe de autoridad y eliminar al anfitrión en su feudo. En esta ocasión la suerte daría la espalda a los baskonistas que, tras una gran primera parte en la que se fueron al descanso mandando en el marcador, vieron como los rusos le daban la vuelta tras el paso por vestuarios. Una remontada ante la que nada pudo hacer los de Vitoria que apretaron todo lo imposible y más para conseguir de nuevo el pase a la final europea. A pesar del gran partido deSplitter, mejor jugador de aquella eliminatoria con 17 puntos y 21 de valoración, TAU Cerámica volvía a caer en semifinales, 79-83, quedando fuera de la gran final ante el que sería campeón de la Euroleague en esa edición.
En la final de consolación esperaría Montepaschi Siena. El equipo italiano había caído en la otra semifinal ante Maccabi y se citaba con la escuadra vitoriana. Un encuentro por la cuarta plaza eléctrico y vibrante que necesito incluso de un periodo extra para decidir el vencedor del duelo. Tras varios intercambios en el marcador, las dos escuadras llegaron empatadas al final del choque. Finalmente, Lavrinovic y McIntyre decidieron el choque en favor de los de Siena, 97-93, que se subirían al tercer escalón del pódium en detrimento de un Baskonia que se volvía a quedar por segundo año consecutivo fuera de las medallas de la Euroleague.
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