El nuevo técnico baskonista habla del estilo que quiere imprimir a su equipo, las señas de identidad que debe tener y el sentimiento que le une a un Baskonia que le ha dado grandes alegrías en su carrera como jugador.
Pablo Prigioni afronta un nuevo y apasionante reto al frente del banquillo de Baskonia. Después de dos décadas como jugador de élite, el argentino inicia su carrera como entrenador en un club al que le une un lazo sentimental muy profundo. «Es un nuevo rol, con otras responsabilidades. Sé las exigencias que tiene esta organización e intentaré estar estar a la altura. Todas las decisiones que me toque tomar van a ir con un componente sentimental de querer lo mejor para este club».
Asegura que será un entrenador que, al igual que en su etapa como jugador, «seguiré mi instinto» con el objetivo de que «mis jugadores acaben la temporada siendo mejores jugadores que cuando la empiezan, me preocuparé porque el equipo juegue el mejor baloncesto posible«. Sobre el estilo de su nuevo Baskonia, Prigioni lo tiene claro. «Me gustaría un equipo que juegue inteligente. Que juegue siempre pensando qué es lo mejor. Suena sencillo pero no lo es. Es un desafío de ver si voy a ser capaz de conseguir eso».