Trabajador, minucioso y enérgico, está deseando empezar su nuevo proyecto en Vitoria. Marco Crespi llega a la capital alavesa “con muchas ganas porque es hombre de cancha, hombre de trabajo en la oficina con todos los componentes así que quiero empezar pronto a hacerlo”
El técnico, con una dilatada experiencia en la Liga Italiana, también conoce lo que es la competición doméstica española. “Estuve en ACB hace muchos años y cuando pasa tanto tiempo, cambias en todo. Creo que soy una persona diferente y también un entrenador diferente. Me siento muy bien y estoy encantado de trabajar en un Club que ha hecho de trabajo su marca. Siempre me he fijado en este equipo”, apunta el de Varese.
Crespi explica el método de trabajo que desempeña y que durante la campaña pasada le le hizo discutir La Liga frente al Olimpia Milano. “Intento establecer una relación con los jugadores de persona a persona. Pongo objetivos a los jugadores que tienen que ver con nuestro trabajo día a día”.
El nuevo técnico de Laboral Kutxa es un apasionado de su trabajo y cree que “nosotros, lo entrenadores tenemos mucha suerte porque nuestro trabajo es nuestra pasión, por eso creo que cada día tenemos que poner lo máximo de nosotros”.
El italiano es conocido por su carácter y por la energía con la que desempeña sus funciones y señala que “trabajo con mucha energía positiva, sentimiento y pasión y se los transmito a los que tengo al lado”.
En sus filas contará con jugadores jóvenes y Crespi está acostumbrado a entrenar con ellos. Una de sus máximas es la exigencia a todos los niveles. “Con los jugadores jóvenes hay que trabajar de manera exigente y también antes de fijarte en los detalles técnicos, hay que enseñarles cómo hay que trabajar mentalmente día a día. Puede que después de un buen partido se sientan demasiado cómodos y se debe seguir apretando. A mí me gusta trabajar con todo aquel al que le guste el baloncesto, que tenga pasión por este deporte”.
Una nueva temporada dará comienzo en pocas semanas y el técnico se muestra muy ilusionado por competir a todos los niveles. “Nosotros no tenemos que mirar cómo son los otros equipos si no imponer una ética de trabajo, y cumplir un objetivo que es mejorar como equipo cada día. La cultura deportiva es imponer una ética de trabajo”.