Ekaitz Otxoa, gasteiztarra de 32 años, lleva ligado al baloncesto desde los ocho años. Comenzó jugando en Escolapios en categorías inferiores, en categorías Senior también perteneció a disciplinas como las de Metakar y Lukanik donde finalizaría su periplo como jugador, pero su trayectoria no finalizará aquí. Como entrenador nos trasladamos a sus comienzos en San Prudencio sobre todo con equipos femeninos. Pero desde hace siete temporadas está ligado a nuestros colores, las primeras como asistente de entrenadores como Pablo Díaz de Argote y Jon de la Presa del que guarda un bonito recuerdo y los dos últimos como primer responsable técnico.
«Tenemos que ser un equipo muy rápido y agresivo tanto en ataque como en defensa. Ser un equipo «tocapelotas», incomodo, y difícil de jugar para el rival»
Ekaitz Otxoa, quien la temporada pasada fuera entrenador del Junior B y que ahora lleva las riendas del segundo equipo cadete nos explica que diferencias encuentra entre ambas categorías: “Muchos cambios. No tiene nada que ver una temporada con otra. El año pasado ya conocía al grupo de la anterior campaña, mientras que este año el equipo lo forman jugadores con los que no había tenido oportunidad de trabajar salvo algún caso excepcional en que alguno de ellos nos ayudó en algún partido el año pasado. Además el equipo es nuevo ya que hay mezcla de jugadores de primer y segundo año y ellos tampoco habían jugado juntos anteriormente. Esta temporada hemos comenzado desde el principio en Liga Vasca, mientras que el año pasado tuvimos que ganarnos el puesto, estos son solo algunos de los cambios.
Reto
“Lo primero que tenemos que tener como objetivo es crear lo que viene siendo un equipo en todos sus significados. Formar un grupo de 14 personas que se entiendan, que remen todos en la misma dirección, que se apoyen los unos a los otros… Como he dicho anteriormente el equipo es nuevo. Nunca habían compartido vestuario todos juntos y por ahí es por donde tenemos que empezar. A los entrenadores nos pasa un poco lo mismo, nos conocemos pero nunca hemos trabajado juntos. La ayuda de Unai está siendo inmejorable, y ahora contamos con un tercer ayudante que seguro nos va ayudar también muchísimo a todos”.
Competición
“Si entramos a hablar de lo estrictamente deportivo la meta a alcanzar es clara. Salvar la plaza para la temporada que viene. Pero no nos conformamos con eso y nos gustaría salvar esa plaza metiéndonos en la A1 aun sabiendo de la dificultad que habrá para lograrlo.”
Cadete B
“Como he dicho antes, el equipo lo forman jugadores de primer y segundo año. Es un equipo de los que llamaríamos «bajos» en cuanto a estatura. A mí me gusta llamarlo «locos bajitos». La estatura, aunque es importante, no lo es todo, y tenemos que intentar suplir esos centímetros con un juego muy rápido y muy agresivo tanto en ataque como en defensa. Ser un equipo «tocapelotas», incomodo, y difícil de jugar para el rival.”
Objetivos
“Lo primero y más importante, ser un equipo. A partir de ahí, cada uno de nosotros tenemos que dar día a día un poquito más y trabajar al máximo. Todos tienen y tenemos que sentirnos importantes y útiles en el equipo. Solo así tendremos nuestras opciones”.
Sensaciones
“Es muy gratificante poder ayudar a que los chavales mejoren cada día y se diviertan y disfruten haciendo lo que les gusta, que todos se crean parte importante dentro de un equipo. Hay que intentar buscar el equilibrio para que, como me gusta decir, se diviertan sufriendo a la vez. Si al final de año los chavales han seguido progresando y hemos logrado que todos se sientan partícipes y vean que tienen su importancia dentro del grupo, habrá merecido la pena”.