Llegó como un niño y se fue como leyenda. Este próximo 5 de mayo el exbaskonista regresará al Buesa Arena donde verá como su nombre asciende hasta las alturas del templo de Zurbano para descansar al lado de los grandes de la historia azulgrana. Días antes de su retirada de camiseta, charlamos con el exjugador baskonista, Tiago Splitter.
El próximo 5 de mayo será un día muy especial para ti en Buesa ¿Cómo te sentiste cuando el club en el que jugaste en tus primeros años como profesional te llama para comunicarte que van aretirar tu camiseta?
“La verdad es que me siento muy orgulloso de recibir un premio como este. Estar en lo más alto del Buesa Arena y de recibir un premio de un club como Baskonia. Uno del os mejores equipos de Europa. Donde crecí como jugador y guardo un cariño enorme. Me siento muy orgulloso».
Siete años dan para mucho, concretamente para alcanzar 413 partidos como baskonista, siendoel sexto jugador con más partidos en la historia del club.¿Entiendo que Baskonia tiene un hueco muy especial en tu vida?
“En la práctica estuve 10 años con el Baskonia. Desde que firmé con 15 años y me fui con 25. Estos 413 partidos fueron la base de todo el baloncesto que sé. Donde aprendí a jugar, me formé como profesional para poder después seguir mi carrera en Estados Unidos y con la selección. En Vitoria fue donde forjé las primeras batallas, donde aprendí a jugar al baloncesto y donde me formé como persona. Son muy especiales todos los partidos con Baskonia»
Durante todos esos años lograste conquistar 9 títulos, siendo también uno de los jugadores más laureados. ¿Cuál de todos esos títulos fue el más especial de ganar para ti y por qué?
“No está mal los 9 títulos (risas). Fueron años siempre peleando por todo. El grupo que teníamos era increíble. Aprendí a ganar, a pelear, a entrenar y a llegar a ser el jugador que fui. Cuando tienes un grupo de jugadores que hace eso todos los días, los títulos son la consecuencia».
Hay dos títulos muy especiales. El último, la liga de 2010 en casa fue muy especial jugando con gente querida. Jugué bien, MVP… Pero el de la Copa del Rey en Madrid fue muy especial. Fue en un momento de mi vida difícil en el que acababa de perder a mi hermana y la verdad que fue especial la superación de aquel momento. Todos los compañeros me arroparon, el abrazo con Pablo Prigioni. Mis padres habían venido a ver la final… fue muy emocionante».
Scola, Vidal, Rakocevic, Prigoni y próximamente Splitter. Tu nombre estará en lo más alto del Buesajunto a estos grandes jugadores históricos ¿Ǫué supone esto para ti?
Fue algo enorme estar al lado de esos 4 grandes. Ahora ya tenemos el quinteto (risas). Les tengo un cariño especial. Pablo, ese base que me dio miles de asistencia. Sergi me ayudó cuando llegué a Vitoria. Yo era más joven y me enseñó los caminos de la vida profesional. Rako es un anotador nato que me enseñó a abrir espacios para mí y ganar juntos títulos.
Scola… con el que me pegué desde el primer día ycon el que aprendí a jugar en la pintura. Me ayudó en los momentos difíciles y me enseñó a ser un profesional de verdad: cómo entrenar, descansar comer… hacerlo una y otra vez sin quejarme. Seguir, seguir y seguir luchando. Ese era Scola, el capitán. Cuando se fue tuve que ser yo esa persona y aprendí mucho de él.
Jugadores con los que además durante tu etapa en Baskonia compartiste muchas historias y momentos. ¿Cuáles irías que son tus tres mejores recuerdos como baskonista?
Son muchos momentos. La mitad de mi carrera fue en Baskonia. Muchas historias de pretemporadas corriendo por montes que ni me acuerdo dónde están. Viajes históricos, esperas en aeropuertos… Esos son los momentos que quedan. En el partido pasan cosas que todo el mundo ve. Pero esos momentos de compañerismo, de comidas, de cenas, de equipo son los momentos que marcan y son unas amistades para toda la vida.
Muchos de esos recuerdos tendrán algo en común, el Buesa Arena. ¿Cómo crees que será turegreso al templo baskonista y el reencuentro con la que fue tu afición durante tantos años?
El día que vea mi nombre y mi número en lo más alto del Buesa… Solíamos subir esas escaleras después del entrenamiento. Conozco muy bien todas las partes del pabellón, incluso las más altas. El Buesa ha sidonuestra casa por mucho tiempo. Un lugar en el que hemos tenido grandes victorias y doloridas derrotas. Pero el esfuerzo y el Carácter Baskonia ha estado allí y sigue estando allí. Muchísimas gracias de nuevo por tenerme al lado de esos grandes nombres. Muy orgulloso de poder ser parte de la historia del Baskonia.
Sobre la afición… guardo un cariño enorme por toda la afición del Baskonia. Cuando jugaba allí era mucho más callado. La afición de Vitoria es impresionante y tener una afición que entienda tanto de baloncesto y que va todos los días a apoyar a su equipo es algo tremendo. Y cada año. Son muchas temporadas de una afición apoyando a su equipo y eso ayuda mucho a que el equipo sea competitivo.