El filial de Baskonia ha caído esta mañana ante el Arcos Albacete Basket por 66-81 en un partido que los albaceteños han dominado en la primer parte, y que tras el descanso ha sabido aguantar los intentos baskonistas por llevarse el triunfo.
Baskonia no ha podido sumar su tercer triunfo en liga como local en Mendizorroza donde hasta ahora, el conjunto azulgrana, se había mostrado intratable al sumar dos triunfos en dos partidos. El encuentro comenzó con un ritmo frenético de los visitantes que anotaban en transiciones rápidas. Baskonia, que en los dos partidos en Vitoria había salido muy acertado de cara al aro y con otra imagen, esta vez se mostró como un equipo falto de intensidad y sin acierto en la anotación. Con el paso de los minutos, el equipo visitante, gracias en gran parte a su buena defensa individual sobre los jugadores baskonistas y el acierto de cara al aro, fueron aumentando la diferencia en el luminoso hasta llegar al descanso con un resultado de 27-46.
El paso por vestuarios sirvió para ver a un baskonia más intenso y agresivo en defensa, lo que le permitió robar varios balones y hacer que el equipo rival cometiese varios errores. Albacete, que llegó a contar con rentas mayores a la veintena de puntos, se contagió del ritmo alto y a veces alocado de un Baskonia que hacía todo lo posible por reducir la diferencia. Iñigo Royo, con seis puntos casi consecutivos, dio una pequeña esperanza a su equipo al poner a los de Vitoria a siete puntos (61-68). Sin embargo, la falta de centímetros de Baskonia ante las bajas de Jurij Macura y Rinalds Malmanis, este último con el primer equipo,y la eliminación por faltas de Royo, acabaron con las esperanzas de Baskonia que sufrió para frenar el juego de un equipo rival que acabó sumando muchos puntos desde la línea de la personal.