El técnico asistente de Perasovic llega cargado de ilusión a Vitoria para dirigir al primer equipo durante la pretemporada hasta la incorporación del croata tras su participación en el Eurobasket.
Agustí Julbe (Barcelona, 1972) ya está en Vitoria para preparar una pretemporada en la que dirigirá al primer equipo durante el mes de septiembre, hasta la incorporación de Velimir Perasovic, en un periodo de preparación que contará con el grueso de la plantilla y que comenzará el próximo viernes 28 con entrenamientos que combinarán la preparación física y táctica. Abre una nueva e ilusionante etapa en Baskonia y durante este tiempo al frente del banquillo será una extensión del croata y trabajará en crear un Baskonia con ritmo e intensidad, “que tenga una seña de identidad”.
¿Cómo recibes la llamada de Baskonia para incorporarte al cuerpo técnico?
Es buena predisposición por parte de todos los integrantes del club. A Peras le encaja por mi experiencia en el Barcelona en este mismo trabajo, y creo que puede ser una combinación muy buena. Tras una larga y exitosa etapa en este mismo puesto de asistente, coincidiendo en muchas finales contra Baskonia, a recuperar aquí este papel de entrenador ayudante con mucha ilusión y muchas ganas para intentar que sea una buena temporada.
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Recién llegado al Buesa para poner en marcha la pretemporada.
A nivel de trabajo, lo de hoy ha sido una primera puesta en común con el preparador físico Oskar Bilbao para asuntos sobre la planificación que ya habíamos hablado por correo y acabar de configurar el plantel definitivo de jugadores con los que trabajaremos en la pretemporada.
«Sin importar qué jugadores están en la pista, el equipo tiene que tener una seña de identidad propia»
A partir de ahí, tener claro el número de sesiones, empezar a planificar cada sesión para intentar que los jugadores consigan el tono físico y ya empezar a coger nociones de juego, nociones sobre cómo quiere Peras que sea el equipo y de esta manera yo pueda ejecutarlo como si él estuviera.
Viajaste a Croacia para estar con Perasovic. ¿Qué directrices ha marcado el técnico baskonista para este trabajo de pretemporada?
Le gusta que sus equipos jueguen con mucho ritmo, tanto ofensivo como defensivo, que el juego sea vivo y parte del entrenamiento está enfocado a eso. Es lo que más ha remarcado pero al final, al mismo tiempo, él mismo me decía que hay muchas decisiones cuando no esté él que las tendré que tomar yo. Poco o mucho, alguna pincelada mía también tendrá.
¿Cuál es el estilo de Agustí Julbe?
No es muy diferente de lo que Peras propone. Un equipo con el ritmo de juego muy alto, con presión defensiva, con intensidad a nivel defensivo, rebote y correr. Creo que los últimos años de Peras en Valencia han sido un poco el ejemplo de esto. Sin importar mucho qué jugadores estén en la pista, que el equipo tenga una seña de identidad. Al mismo tiempo, es algo que hará más fácil que se conecte con la afición. Cuando ves implicación y que los jugadores lo dan todo en la pista puede hacer que haya comunión entre pista y grada.
¿En qué va a consistir el trabajo en pretemporada?
Vamos a hacer un trabajo combinado, muchos días de dobles sesiones con una sesión más física donde hay más carga de trabajo, tanto en aspectos de fuerza como de resistencia y algo de velocidad pero al mismo tiempo, todo el trabajo de pista ya tiene el componente físico en sí.
«Es ilusionante formar parte de este club por la pasión que hay por el basket»
Lo más positivo es que estará en Vitoria el grueso de la plantilla.
Es algo importante. De todos los jugadores que actualmente componen la plantilla, a expensas de algún fichaje, la única ausencia sería la de Toko Shengelia. Es una muy buena base para trabajar desde el primer día a un nivel de intensidad alto y con capacidad de meter muchos contenidos tácticos, que los jugadores desde el primer día van asimilando.
Nueve amistosos conformarán la pretemporada.
La idea es hacerlo progresivo. Dos primeros partidos, primer con un LEB y luego Pau Orthez, para a partir de ahí tener una pretemporada de máximo nivel de exigencia. Ya todos los rivales son de nuestra liga y nos va a obligar a ser efectivos y a tener un nivel alto de juego desde el primer día y las primeras semanas de competición.
Ésta es tu primera experiencia fuera de casa.
Es un cambio vital en ese sentido pero estoy muy ilusionado. Es una muy buena oportunidad para mí de estar en un club grande, en una ciudad y con una grada que vive el baloncesto. He sido rival aquí y sé lo que es tener catorce mil personas aquí apoyando. Es ilusionante formar parte de este club por la pasión que hay por el basket aquí y por lo que representa Baskonia. La capacidad de intentar que estemos compitiendo otra vez al más alto nivel y eso también es algo ilusionante.