El capitán de la selección eslovena confiesa todo lo orgulloso que se siente tras conseguir la medalla de plata en el Europeo Sub 20 B
Un torneo para enmarcar. Así ha sido la competición europea sub 20 para el capitán de la selección eslovena, Jurij Macura, que asumió con galones su rol dentro del equipo para sacar el máximo rendimiento a un conjunto que, más allá de lo deportivo, les une una amistad de hace años. La fórmula, una confianza tremenda desde que compartía, con muchos de ellos, vestuario de las categorías inferiores del Olimpija Ljubljana, además de una defensa aniquiladora desde los primeros partidos amistosos: «Exceptuando la final, nadie nos consiguió meter más de 52 puntos, hemos hecho una defensa muy dura, ganando en el rebote, compartiendo bien el balón… en la final se nos fue un poco la cabeza pero todo el torneo defendimos como perros, esa ha sido la clave de nuestro sistema» señala el ala-pívot esloveno. A pesar de perder en la final contra Polonia por 71 a 60, el canterano baskonista se muestra satisfecho con el resultado: «Claro que fui con la idea de ganar le europeo, quería reparar el fallo del descenso del año pasado y sabía qué jugadores teníamos. Quería al menos llegar a los puestos de ascenso y lo logramos, estoy muy feliz por ello» confiesa Macura.
Jurij fue uno de los más destacados del torneo FIBA y gracias a unos números impecables (con una media de 11.8 puntos, 9 rebotes y 17.6 de valoración) consiguió ser elegido dentro del quinteto ideal de la competición. En semifinales, deslumbró a la afición con un doble-doble (19 puntos y 19 rebotes) para un espectacular 33 de valoración. Aún así, para el capitán esloveno es algo que quiere quitar mérito: «Me he sentido muy bien con el equipo durante los 10 días de la concentración, he sido el capitán del equipo y fui a hacer todo lo posible para que el equipo ganara. Quiero ayudar en todo al equipo, aunque sea llevar las camisetas al partido» destaca el jugador. Además añade «prefiero ganar, al final, es una prueba de que el trabajo de cada día, los entrenos, todo tiene su recompensa. Estoy orgulloso de lo que hemos hecho, hemos logrado nuestro objetivo, subir a la división A, y el mío, de ser un capitán y que los jugadores se sientan bien. Es lo que de verdad importa» concluye Macura.