EL nuevo técnico baskonista afronta con ilusión y un sentimiento especial este nuevo reto en su carrera profesional.
Cinco meses después de despedirse como jugador en el Buesa Arena, Pablo Prigioni ha regresado al pabellón que tantas alegrías le ha dado a lo largo de su carrera para presentarse de manera oficial como nuevo entrenador de Baskonia. “Cuando hay ilusión, ganas y un sentimiento hacia la institución, como es el caso, creo que me va a obligar a darlo todo, como lo hice como jugador”, ha declarado en su primera intervención como máximo responsable del banquillo azulgrana.
Comienza una nueva etapa pero en la cabeza de Prigioni siempre rondó esta posibilidad. “Muchas veces me imaginé entrenando al equipo”, ha confesado el argentino, que se ha mostrado con confianza para afrontar este desafío. “No tengo miedo a que salga mal”, ha asegurado, consciente de que deberá dirigir un transatlántico en esta primera experiencia como entrenador. “Siempre he enfrentado retos difíciles”.
No ha querido ahondar en el estilo que tendrá su nuevo Baskonia pero sí que ha asegurado que, al igual que lo hizo como jugador, “siempre preocupándome por mis compañeros”, su objetivo será que “el jugador sea mejor al acabar la temporada y que a nivel colectivo el equipo juegue el mejor baloncesto posible”. Comparte objetivos deportivos con el club y sabe que “ganar es difícil porque todos quieren hacerlo” pero para él lo más importante será que “el equipo llegue al límite de sus posibilidades. Ahí pondré todo mi esfuerzo”, ha concluido.