El equipo de Velimir Perasovic ha luchado con todo y contra todo en una campaña para enmarcar y ha sido despedido con honores por una hinchada sobresaliente
Laboral Kutxa Baskonia ha puesto punto y final a una campaña de ensueño en la que ha peleado hasta el final por todos los títulos de las competiciones que ha disputado. Un Baskonia que ha sido despedido de su feudo como se merece, como un equipo campeón, arropado por un Buesa Arena que ha sabido apreciar el gran trabajo que ha realizado la plantilla durante todo el curso. A pesar de no haber pasado la barrera psicológica de las semifinales, este equipo se puede ir muy orgulloso de lo logrado a las órdenes de Velimir Perasovic, que ha creado un equipo de valientes y de luchadores que ha hecho vibrar y soñar a su afición. Un Baskonia que hoy ha caído eliminado de las semifinales del Playoff por el título de liga después de pelear por la Copa del Rey y disputar 8 años después una Final Four de la Euroleague con la cabeza alta. Un partido en el que el conjunto que dirige Xavi Pascual ha comenzado el encuentro mandando en ataque aprovechando a su pareja de interiores, Doellman y Tomic, dirigidos bajo la batuta de Satoransky. A pesar de que Perasovic ha tratado de ordenar a los suyos, los culés han sabido gestionar los tiempos en ataque para cerrar el primer acto con un 14-24. En el segundo periodo, a pesar de la insistencia de los azulgranas por recortar diferencias, la escuadra de Barcelona ha ampliado las diferencias gracias a su acierto desde el tiro exterior. Los 13 puntos y 20 créditos de valoración de Tillie no servían a Baskonia para despegar y se ha ido al descanso con un desfavorable 31-47. Tras el paso por vestuarios, Laboral Kutxa ha tratado de revertir la situación alentado por un Buesa Arena soberbio con su equipo animando sin cesar. A pesar de ello, un FC Barcelona Lassa acertado ha ampliado su renta y ha puesto fin al tercer cuarto con un 48-66. En el último periodo, los de Velimir Perasovic han recibido el cariño de una afición que no ha cesado de animar a pesar de la diferencia en el marcador. De esta forma y dejando el resultado final de lado, 63-85, Laboral Kutxa Baskonia ha cerrado un curso que muy pocos presagiaban gracias a la labor de un entrenador que ha formado un equipo de valientes y guerreros y a una afición que ha estado de matrícula durante toda la campaña.
Inicio de partido en que recordaba mucho al tercero de la serie con un FC Barcelona Lassa incisivo en ataque aprovechando los errores ofensivos baskonistas para anotar fácil. Un 0-7 de parcial ha obligado a Perasovic a parar el partido para ordenar a los suyos. A pesar de ello, los de Xavi Pascual han trabajado bien la continuidad en ataque y las transiciones para abrir brecha y cerrar el primer cuarto con un 14-24. En el segundo periodo, el conjunto catalán ha conseguido distanciarse en el electrónico aprovechando el escaso acierto baskonista en ataque, muchos fallos por balones que escupía el propio aro y que los visitantes neutralizaban capturando los rebotes defensivos. Una diferencia que ha ido a más gracias al acierto desde el triple de los de Xavi Pascual que han puesto un 31-47 al descanso.
Tras el paso por vestuarios, Laboral Kutxa Baskonia ha tratado por activa y por pasiva levantarse en el marcador, pero la pelota seguía sin querer entrar. Algo que el FC Barcelona Lassa ha aprovechado para abrir una diferencia de 20 puntos a quince minutos para el final. A pesar de la diferencia, el Buesa se ha mostrado sobresaliente con su equipo que ha cerrado el choque con un 48-66. En el último cuarto, los de Perasovic han sabido aguantar el tipo mientras escuchaban a su afición animar sin cesar. Una hinchada que se ha levantado para despedir a su equipo por partida doble, antes de acabar el encuentro, que ha acabado con un 63-85, y después, que ha insistido para que el equipo saltara de nuevo a pista para ser ovacionado uno a uno. De esta forma, Baskonia ha puesto punto y final a una temporada en la que las luces han destacado por encima de cualquier sombra.