El conjunto que dirige Velimir Perasovic visita un estadio que consiguió asaltar para acreditar el pase a la Final Four de la Temporada 2005-06
Laboral Kutxa Baskonia regresa al OAKA, un auténtico infierno para los rivales que disputan allí sus partidos como rivales de Panathinaikos. Un pabellón donde Panathinaikos tan sólo ha perdido dos partidos esta temporada en Euroleague, ante Lokomotiv Kuban y Estrella Roja, y en el que el resto de conjuntos han cedido ante la presión de la hinchada del conjunto del trébol.
La empresa parece complicada pero Panathinaikos tendrá frente a sí a un Baskonia que si algo ha hecho esta temporada ha sido creer. Los de Velimir Perasovic se han mostrado muy sólidos durante toda la temporada y han puesto de manifiesto el estilo de juego del croata: defensa y contraataque. Además, el conjunto azulgrana ha sabido hacer frente a cualquier tipo de obstáculo superándolo con creces cada vez que al abismo parecía mayor. Las lesiones de Shengelia, la baja inesperada de Causeur y el último incidente muscular de Hanga son las piedras que este Laboral Kutxa Baskonia se ha encontrado pero que ha sabido capear con elegancia. El ejemplo más claro, el que vimos en el Buesa Arena hace apenas tres días cuando Perasovic no pudo contar con estos tres citados jugadores y sus compañeros consiguieron el segundo punto de la eliminatoria.
En esta ocasión, la cosa es diferente. A la entidad azulgrana le esperan dieciocho mil gargantas alentando a su equipo buscando un punto que les meta en la eliminatoria. Un estadio forjado en hormigón y en el que, en cuyas paredes, lucen los seis títulos europeos a lo largo de la historia de la escuadra ateniense. Este Panathinaikos, como ha declarado Perasovic en su previa, “es uno de los mejores equipos de Europa”, pero va a tener frente a sí a un equipo cargado de coraje, de espíritu de lucha y, sobre todo, lleno de ilusión, un valor que ha ido in crescendo tras las épicas logradas a lo largo de esta temporada.
Además, aunque haya pasado tiempo, seguro que todos los jugadores baskonistas conocen el significado de ‘Oakazo’. Una gesta baloncestística que pasará a la historia de la empresa gasteiztarra cuando el TAU Cerámica, dirigido por el mismo protagonista en el banquillo, Velimir Perasovic, logró arrebatar la plaza a Panathinaikos para la Final Four de Praga en el 2006 en su propia casa consiguiendo una de las mayores hazañas del baloncesto continental. ¿Será Baskonia la bestia negra de PAO? ¿O quizá lo sea Perasovic?
Esta noche, Laboral Kutxa Baskonia tiene ante sí su primer ‘match ball’ para lograr el billete a Berlín. Una victoria que supondría la quinta presencia del conjunto alavés en una Final Four, la primera después de ocho años de ausencia.