Baskonia celebró, y se quedó, la edición de la Copa del Rey en Vitoria en la que consiguió su tercer título
Edición muy especial de la Copa del Rey la que afrontaba TAU Cerámica al ser el anfitrión del torneo. El Buesa Arena era el epicentro del baloncesto nacional donde se juntaron los ocho mejores equipos de la liga para disputar el título copero.
Nuevamente, y como en las dos anteriores copas conseguidas por Baskonia, el conjunto azulgrana se medía de nuevo en cuartos de final a DKV Joventut. Un partido igualado y que no se decidió hasta el final que cayó del lado baskonista tras vencer por 74-72. El duelo estuvo marcado por los nervios de los de Vitoria que poco a poco se sobrepusieron y pudieron hacerse con el choque. En semifinales, el interés se centró, sobre todo, en el duelo de banquillos. El pupilo, Dusko Ivanovic, entrenador azulgrana, se medía a su maestro, Bozidar Maljkovic, entrenador de un emergente Unicaja de Málaga. De nada sirvieron los 24 puntos de Gurovic en una eliminatoria que se llevó Baskonia por 83-72, en una exhibición de trabajo en equipo.
En la final, TAU Cerámica se enfrentaba al F.C. Barcelona que venía de arrollar a Adecco Estudiantes en semifinales. El encuentro estuvo marcado por las alternativas en el marcador. En su comienzo, los primeros minutos favorecieron a Baskonia que se pudo por delante en el marcador, pero el conjunto catalán supo sobreponerse y llevar el choque a su terreno. El espectáculo baloncestístico lo marcaron dos jugadores, Sarunas Jasikevicius y Elmer Bennett, auténticos líderes de sus equipos. TAU aprovechó el calor de su hinchada para voltear de nuevo el marcador con una canasta del base a falta de 15 segundos y, tras una gran defensa, consiguió forzar el fallo culé. De esta forma, Baskonia conseguía su tercera Copa del Rey venciendo al Barcelona por 85-83 y Dejan Tomasevic fue nombrado MVP con 20 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 3 recuperaciones y 6 faltas recibidas.