Nacido en Vitoria de padre alemán, se marchó a buscar trabajo a Bamberg desde donde sigue cada paso que da su equipo del alma.
Walter Lerch es vitoriano y seguidor de los equipos de su ciudad. El joven de padre alemán se fue a Barcelona a estudiar. “Hice Periodismo y Publicidad. Una vez terminados me marché a Alemania porque tenía ganas de ir allí a vivir”
Muchos kilómetros separan a Walter del Buesa Arena, aunque no se puede jugar porque se ha ido a una ciudad en la que también hay baloncesto. “Vivo en un pequeño pueblo, Bamberg, de donde es el Brose Basket. Trabajo en un restaurante y este año haré un máster. Intento hacer cosas también de lo mío mientras hago mis proyectos finales de carrera que siempre tienen que ver con el baloncesto”.
Nos cuenta que es complicado seguir a su equipo a diario desde tan lejos pero que se las apaña para no perder detalle. “Sigo al Baskonia dentro de lo que puedo porque seguir la ACB desde fuera de España es muy complicado, hay que buscarse la vida. Suelo escuchar Radio Vitoria pero me pongo muy nervioso porque el baloncesto es complicado vivirlo en la radio”.
Las nuevas tecnologías hacen que esté muy cerca de Vitoria y añade que “también lo sigo a través de las redes sociales y alguna vez ya me han echado la bronca trabajando porque en los play off me puse el ordenador mientras trabajaba para ver el partido”.
Tiene la oportunidad de ver a Brose Basket y explica que le resultó curioso cuando se fue de Vitoria “ver que en Barmberg no hay tanta cultura, aunque he ido a ver partidos y se respira un gran ambiente. Es un pabellón pequeñito y dentro del pabellón se viven mucho los partidos”.
Tiene compañera de viaje desde hace tiempo aunque afirma que a su novia “latengo loca, cuando me fui a Barcelona era el enemigo público número uno como quien dice de los de Barcelona, era el único que hablaba de baloncesto y siempre iba a verles cuando se acercaban a Cataluña, frente al Juventut, Manresa…”
Le preguntamos por un momento de su vida de baskonista con el que se quedaría y añade que “hay muchos momentos y el fácil sería decir el de San Emeterio porque es el último pero para mí hay varios. Me quedo también con los sufrimientos y con los aficionados que renuevan todos los años el abono. La gente que les sigue en todo momento”.
A pesar de la distancia, Walter no pierde una sola oportunidad de ir a ver a su equipo ya sa en Gasteiz o en otra ciudad. “Soy de Baskonia porque soy vitoriano. Desde que he tenido uso de razón he ido a animar al equipo, he ido a todas las copas del rey que he podido. Este año fui a Málaga y el año que viene ya estamos mirando Gran Canaria.»Creo que es muy bonito que haya ciudades así en las que se viva el baloncesto de esta manera”.
“Suelo venir un par de veces a Vitoria al año a Vitoria y cuando hay partido por supuesto que voy al pabellón. La última vez fue en diciembre a un partido de Euroleague . Antes venía siempre con mis amigos al Buesa Arena y he sido socio hasta que no ha tenido sentido porque me fui a vivir fuera. Me da pena no poder seguir estando aquí cada fin de semana”, añade.