El ex jugador se convierte en accionista y apoya la ampliación de capital porque “nunca voy a olvidar todo lo que pasé aquí, forma gran parte de mi vida”.
Otro de los más grandes jugadores de la historia baskonista se ha convertido en accionista y se suma a la campaña ‘Soy Baskonia’. Muy querido y recordado por el público vitoriano, Igor Rakocevic no ha dudado ni un segundo en implicarse con un club que ha marcado su vida. Los recuerdos son imborrables, las experiencias únicas y el cariño hacia el Club y la ciudad, eterno. “Muchos jugadores han crecido en este club y lo reconocen como gran parte de su carrera. Para mí, ésta es mi segunda casa. Sé que soy muy querido aquí por los aficionados y la gente del club y me llevo para el recuerdo mis mejores años de carrera y mis mayores éxitos con este equipo”. El serbio ha visitado el Buesa Arena, siempre un motivo de alegría para él. “Los años que viví aquí están grabados en mi memoria, los aficionados también. Nunca voy a olvidar todo lo que me pasó aquí y siempre lo recordaré con una sonrisa. Es una gran parte de mi vida”, asegura el ex baskonista que también reconoce estar “en contacto permanente con muchos aficionados por Twitter y redes sociales”.
Rakocevic tiene claro porque se involucra en la ampliación de capital. “Es una responsabilidad de todos los que hemos vivido aquí muy buenos años, recuerdos y éxitos de devolver algo y ayudar al club. Recomiendo a otros jugadores que han crecido aquí que ayuden al club como ya han hecho algunos y seguro que muchos más harán”.También ha querido compartir qué ha significado y significa Baskonia en su vida. “Fue una parte muy importante en mi crecimiento personal como jugador y como persona, maduré mucho. Baskonia me cambió completamente y estoy muy agradecido”.
Considera que el club baskonista “es el mejor producto de Vitoria” y que durante su estancia en la capital alavesa vivió los mejores años de su carrera profesional. Quedarse con un momento es complicado pero nunca olvidará el título de Liga, “fue impresionante”, y la Copa del Rey de Madrid “jugando ese final increíble después de prórroga”. Pero si algo se le ha quedado grabado es el cariño y el empuje de la afición azulgrana. “Han cantado mi nombre muchas veces y aquí jugaba casi todo el tiempo en un estado de trance, con una energía increíble”.
Reirado de las canchas de baloncesto a nivel profesional, no ha abandonado la práctica del deporte. De hecho, sigue siendo un campeón. “Recientemente he conseguido la medalla de oro de Jiu-jitsu compitiendo con Macedonia. Es un hobby pero serio porque yo no puedo hacer nada a medias, si hago algo lo hago al máximo, mi carácter es así”, reconoce. Sigue entrenando “porque llevo el basket en la sangre” pero ha decidido que es el momento de descansar y pasar más tiempo con los suyos. “Quiero disfrutar de mi familia para recompensar todos estos años en lo que no he tenido tiempo de disfrutar y viajar, después pensaré qué es lo mejor para mi futuro”, argumenta. De momento, tiene previsto inaugurar en unas semanas una escuela de perfeccionamiento en Belgrado “con un muy buen equipo de preparación física y mental” dirigido a deportistas profesionales.
Igor Rakocevic, historia viva del baskonismo, ya es Baskonia.