Adam Hanga e Ibon Navarro no conocen el descanso en verano. El jugador y el técnico baskonista se encuentran en Hungría, tierra natal de Adam participando en un Campus de perfeccionamiento para jóvenes de entre 16 y 18 años.
Estos días trabajan con un grupo compuesto por 17 jóvenes en su mayoría húngaros que según afirma el jugador baskonista “sueñan con convertirse en jugadores profesionales. Tienen todos mucha hambre por aprender”.
El Campus se celebra por primera vez durante estos días pero Hanga explica que quieren “crecer y seguiremos trabajando para conseguir que esta actividad se realice más años”. Otro de los objetivos es que la duración sea mayor porque “en pocos días es complicado asimilar demasiada información”.
El Campus arranca a las 08:30 de la mañana y a las 09:00 comienzan los entrenamientos en los que se trabaja la defensa y el ataque. “Contamos con entrenadores como Ibon Navarro y también trabajamos con griegos o suizos”, apunta Hanga. Los jóvenes, durante las horas de entrenamiento, hacen trabajo individual y personalizado con los técnicos. Tras el trabajo matinal llega la hora de reponer fuerzas para volver al trabajo por la tarde. “El equipo técnico está compuesto por cuatro entrenadores formadores extranjeros y otros cinco nacionales”, explica el jugador baskonista, por lo que la atención es minuciosa.
Hanga añade que cree que tienen “algo de futuro en su país. Hay jugadores con talento y que tienen oportunidad de jugar a baloncesto a un alto nivel. Otros en cambio sólo conocen las reglas básicas”.
La experiencia está siendo muy positiva para todos y los jóvenes se interesan por cómo ha ido la temporada en Vitoria para Adam Hanga aunque “son un poco tímidos”. El baskonista apunta que “tienen curiosidad y yo estoy encantado de responderles pero no ejerzo de profesor porque a mí también me queda mucho por aprender y para eso tienen a los entrenadores”.
El jugador también valora el trabajo de Ibon Navarro. “Trabaja realmente duro, hace clinic, les enseña vídeos….Estoy muy contento de que haya venido a ayudarnos”, explica.
Por su parte Navarro no dudó en ir dos días a Hungría para trabajar con estos chicos cuando se lo pidió el baskonista. “El Campus lo organiza la Federación Húngara y me lo pidió Adam. No es mucho tiempo. Está bien organizado, el hotel está cerca del pabellón, las instalaciones son buenas…hace mucho calor estos días aquí pero es lo que toca”, explica el técnico vitoriano.
Navarro describe al grupo con el que está trabajando y apunta que “el nivel físico es bueno, a nivel de talento hay mucha variedad porque hay chicos más jóvenes y otros más mayores”.
El técnico ve diferencias entre lo de aquí y lo que está viviendo en Hungría. “A nivel de conocimiento del juego y de talento sí que hay diferencia pero a nivel físico aquí pueden ser mejores. Son chicos muy altos y con buen físico. Son chicos que escuchan mucho y que sobre todo tienen muchas ganas de aprender aunque tienen el problema del idioma”, afirma.
Ibon trabaja con otros técnicos y añade que los chicos “no están acostumbrados a escuchar inglés en una cancha de baloncesto. Les cuesta un poco pero siempre hay algún entrenador que ayuda traduciendo y se hace muy dinámico”.
El técnico también explica su trabajo. “Ayer ofrecí un clínic sobre la táctica y la técnica individual aplicada al pick&roll para los entrenadores y después hicimos un entrenamiento de hora y media para aplicar los conceptos. También hemos hecho un entrenamiento con ideas para desarrollar el contraataque en equipos jóvenes, en equipos en los que hay un pívot joven que no se puede mover o en el que todo el mundo es capaz de subir la pelota”.